Llego el invierno...Y hoy, bañada con sus besos húmedos que se resbalan sobre la piel de mis palabras desnudas, me he dejado llenar por el...Llego el invierno….Y no se, si para mi bien o para mi mal, ha traído como siempre con el, el alimento de sus cansados ojos de cielo. Puede ser, que al sentir las gotas de la lluvia deslizarse sobre los pies descalzos de mis recuerdos, y al escucharlas caer sobre los techos de mis memorias rotas… sean ellas quienes llenen de música los oídos de mis tristezas y la piel de los cuerpos de esas vidas que he dejado atrás.No se, pero el invierno me trae con su agua, las canciones calladas que me hacen escuchar mas profundamente lo mas escondido de mis silencios, y me lleva con sus ríos a perderme entre las gotas rotas y cortantes de las melancolías.En este momento la lluvia cae, robándome con su voz la complicidad de ese silencio que siempre me acompaña por las noches, y regalándome a cambio, el tacto de las lágrimas que se quiebran al caer sobre los cuerpos que no las saben consolar.Puede ser quizás, que sea yo quien no sabe consolar a la lluvia… y quien no sabe sentir hoy, su beso acariciando la piel de mi inspiración y su tranquilidad arrullando a la niña que duerme en la ilusión de su sueño. Puede ser también, que hoy mis ojos no sepan ver la belleza de las nubes, que liquidas se precipitan deslizándose sobre los jardines del viento… hasta tocar con su magia, la naturaleza dormida, que a su contacto se impregna de una magia que la llena de vida.La lluvia sigue cayendo, y yo la sigo escuchando mientras bailan mis pensamientos enredados en sus vientos… Y me he dado cuenta ahora, que al querer decir tan solo una frase que expresara mi sentir… me he quedado divagando en el porque de los sentimientos que ella, la lluvia!... hace aflorar en mi, y me he enredado tratando de encontrar razones para las sinrazones de mi existir…Y me he dado cuenta también, que cuando solo he querido decir un “te echo de menos” he comprendido que esa simple frase no empieza ni termina allí… que no empieza por la falta de una presencia o por la presencia de una ausencia.. Sino que se forma de esa necesidad que sentimos a veces de dejarnos ver, y dejarles saber a las demás personas, que por una u otra razón, han dejado una huella… ya sea en nuestra mente o en nuestro corazón. Así que hoy… que las gotas del cielo se han posado con su beso, sobre los labios de mi alma desnuda… y con el permiso de la lluvia que me ha regalado las lágrimas de su inspiración… puedo deciros y con justa razón, que….Si me faltais, seguramente…. hoy, la lluvia sabrá llorar conmigo.